El tarot en la Nueva Era de la espiritualidad

El tarot, aquel mazo de cartas que inició como un juego en la Italia del siglo XV, hasta pasar a ser una herramienta esotérica llena de simbolismos usada para la adivinación, es en la Nueva Era una poderosa herramienta para el autoconocimiento y la transformación personal. En este “nuevo comienzo”, que tuvo su auge en las décadas de 1960 a 1980, el tarot fue redescubierto y adaptado a las necesidades y creencias de un movimiento espiritual y cultural que enfatiza la búsqueda personal, la espiritualidad holística y una apertura hacia prácticas esotéricas que llaman la atención de todos aquellos que siguen buscando respuestas en las prácticas antiguas.

Tirada del tarot
Tirada del tarot

Una transformación necesaria

El tarot ha evolucionado a través de los siglos influenciado por diversas corrientes culturales y espirituales, sin embargo, es con el inicio de la Nueva Era, donde el tarot ha encontrado un nuevo nicho, por decirlo de alguna manera. Lo que pasa es que es en este momento de la historia, en donde el esoterismo y la espiritualidad personalizada son más utilizadas para entender el presente y guiar el desarrollo individual.

Ahora, hablando directamente de la simbología, de lo que las cartas del tarot representan, cada una de ellas es vista hoy en día como una representación de energías o aspectos de la experiencia humana que pueden ser interpretados  de maneras que fomentan el crecimiento y la sanación emocional. Las lecturas del tarot, o tiradas como se le suele decir, se enfocan en ofrecer reflexiones que ayudan a los individuos a manejar los retos que se presentan en su vida, sin necesidad de ser una predicción del futuro, pues incluso te ayuda a dilucidar situaciones del presente.

Lectura de cartas del tarot en la Nueva era
Lectura de cartas del tarot en la Nueva era

Los arquetipos del tarot en la Nueva Era

Para entender un poco mejor el concepto en el que esto se desarrolla, debemos hablar primero de los arquetipos de Carl Jung. Él fue un influyente psiquiatra y psicólogo suizo, mejor conocido por fundar la psicología analítica, también conocida como psicología junguiana. Jung introdujo varios conceptos que han tenido un profundo impacto en el campo de la psicología y en áreas más amplias como la filosofía, la religión, la literatura y el arte. Es aquí donde entra a tallar el tarot.

Lo que sucede es que Carl Jung introduce el concepto de arquetipos, que son, literalmente, imágenes universales y símbolos presentes en el inconsciente colectivo. Esto último viene a ser, según la teoría de Jung, una estructura de la mente compartida por todos los seres humanos que contiene a dichos arquetipos, los cuales a su vez son patrones o modelos de comportamiento y pensamiento que se transmiten de generación en generación.

Algunos de los más significativos son: la persona, la sombra, el ánima y el animus, el sí mismo, el héroe, el viejo sabio y la gran madre. Entonces, cada uno de estos arquetipos tienen sus propios significados, por ejemplo la sombra contiene las partes de nosotros mismos que consideramos inaceptables o negativas, el héroe representa la lucha contra los obstáculos, y así con cada una de ellas. Las cartas del tarot están llenas de este tipo de símbolos que representan aspectos fundamentales de la experiencia humana y patrones de la mente. Por ejemplo, el arcano mayor “El loco”, de las cartas del tarot, podría llegar a representar el arquetipo del héroe, lleno de potencial y listo para enfrentarse a los retos sin saber lo que le espera.

Cada carta del tarot puede interpretarse de diversas maneras, dependiendo del contexto de la lectura y las cartas complementarias, al igual que los arquetipos junguianos pueden manifestarse en diversos aspectos de la vida y el comportamiento. Integrar los conceptos de Jung en la interpretación del tarot puede profundizar significativamente la comprensión de las cartas, proporcionando un marco psicológico que enriquece la lectura del tarot con una dimensión más profunda y matizada.

Los arquetipos del tarot en la Nueva era
Los arquetipos del tarot en la Nueva era
Críticas y desafíos

En este punto de la historia, el tarot ya ha sido tomado por las personas que lo practican, como una aproximación terapéutica que ayuda a las personas a desentrañar conflictos internos, explorar nuevas perspectivas y tomar decisiones un poco más claras para diferentes aspectos de su vida. Y al igual como sucede con el horóscopo en la Nueva Era, el valor del tarot no reside en su capacidad para predecir el futuro de manera literal, porque es mucho de interpretación, sino en su utilidad como una herramienta de introspección y crecimiento personal.

Así que, finalmente, desde una perspectiva antropológica, el renacimiento del tarot en la Nueva Era refleja un cambio significativo en cómo las sociedades contemporáneas buscan significado y orientación. Este fenómeno puede ser visto como un ejemplo de cómo los rituales y prácticas espirituales se adaptan y transforman en respuesta a las necesidades emergentes de las sociedades modernas. Al integrar el tarot con elementos de la psicología moderna y otras prácticas esotéricas, este movimiento no solo diversifica las herramientas de introspección personal, sino que también destaca un deseo colectivo de conectar con lo espiritual en un mundo cada vez más libre de creencias y tecnológico. Este uso del tarot, por lo tanto, muestra cómo las prácticas culturales pueden evolucionar para mantener su relevancia y cómo las nuevas interpretaciones pueden coexistir con tradiciones más antiguas, generando un sincretismo cultural que es central para la evolución de las prácticas espirituales.

El tarot en la Nueva Era: una perspectiva antropológica
El tarot en la Nueva Era: una perspectiva antropológica

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