El estudio del horóscopo y el tarot a lo largo de la historia nos ofrece una fascinante ventana a la interacción entre ciencia, religión, cultura y filosofía. Suena un poco contradictorio, pero tiene más sentido de lo que a simple vista se pudiera ver. Ambas prácticas, que datan desde desde la antigüedad hasta nuestros días, no son simple creencias, son una de las pruebas más fehacientes de que el hombre, desde sus inicios, ha ido en búsqueda de respuestas para todo lo que lo rodea. Nunca hemos sido seres pasivos, siempre hemos ido por más, y si no hubiese sido por esa primera chispa de curiosidad, quizá el mundo no sería como lo conocemos hoy, pues finalmente, el horóscopo y el tarot nos han servido como medios para explorar y entender la naturaleza humana y el cosmos.
El horóscopo y el tarot como esferas del conocimiento humano a través de la historia
1. Religión y ciencia: sacerdotes, astrónomos y astrólogos
Al principio, en las antiguas civilizaciones como la babilónica, la astrología era considerada una ciencia ligada a la administración del Estado y la toma de decisiones por parte de las autoridades para cualquier tipo de actividad, desde lo más cotidiano, hasta decisiones que podían cambiar el futuro de la nación. Era necesario para ellos estudiar los astros y predecir eventos importantes, incluso para poder determinar las épocas de siembra y cosecha. Esto era gestionado por los sacerdotes que en realidad eran astrónomos en esa época, y recordemos que astronomía y astrología eran prácticamente lo mismo, mostrando una fusión temprana entre religión y ciencia.
2. Divinidad y filosofía: un cambio antropológico
Tiempo después, cuando los saberes astrológicos babilónicos fueron absorbidos por el Imperio Romano, el horóscopo adquirió un carácter más personalizado. Antropológicamente hablando, esto desató un cambio en la concepción del cosmos, transformando la relación entre los individuos y su divinidad debido a la influencia de la filosofía helenística, la cual buscaba respuestas más personales y menos generales, como las obtenidas por las autoridades para tomar decisiones en su mando.
3. La astrología, una enseñanza académica
La historia sigue su curso y entramos a la época medieval, en la Europa del siglo XII. En este periodo se dio la aceptación social y académica de la astrología debido a la traducción de los textos astrológicos árabes y griegos al latín. Esto facilitó su integración en prestigiosas universidades como las de Oxford y París, llegando a ser parte del quadrivium, una de las cuatro disciplinas fundamentales de la educación completa medieval. Es claro como la astrología cumplió un papel fundamental en la formación científica de los estudiosos de la época.
4. La transición del tarot en un ámbito cultural
A mediados del siglo XV, el tarot surge en Europa como un mero juego de cartas y gradualmente evoluciona hacia una herramienta de misticismo y adivinación. Esta transición del tarot de lo lúdico a lo esotérico coincide con un periodo de gran sincretismo cultural, donde se redescubren y se reinterpretan textos clásicos, y donde la frontera entre ciencia, magia y religión era a menudo borrosa.
5. El surgimiento del método científico y el cambio de paradigma
Fue hasta inicios del siglo XVIII en donde la astrología era aún considerada como una ciencia, pero con la llegada del método científico y el desplazamiento del pensamiento mágico en la academia, la astrología y el tarot fueron trasladados al ámbito de la pseudociencia por parte de los círculos científicos. Sin embargo, valga aclarar, que estas prácticas continuaron floreciendo en la cultura popular, demostrando como finalmente la ciencia, la religión, la cultura y la filosofía forman parte de un todo, forman parte de las dimensiones fundamentales de la experiencia humana, la cual refleja cómo cada una de estas áreas contribuye a nuestra comprensión integral del mundo y de nosotros mismos, abordando diferentes aspectos de la realidad y la existencia.
En el siglo XX y principios del XXI, el renacimiento del interés en el tarot y la astrología dentro de los movimientos de la Nueva Era refleja una cultura cada vez más pluralista y espiritualmente exploradora. Esto subraya un ciclo continuo en el cual ciencia, religión, filosofía y cultura convergen y divergen en la búsqueda humana por entender nuestro lugar en el universo.
Estudiar la evolución del tarot y el horóscopo no solo ilumina aspectos de nuestro pasado cultural y espiritual, sino que también ofrece luces sobre la eterna interacción entre los métodos de conocer, creer y explorar el mundo.