Empecemos por el principio, la astrología es una práctica que se remonta a las más antiguas civilizaciones, empezando por las observaciones astronómicas en Mesopotamia, pasando por los babilonios, el mundo Helenístico, hasta llegar a la astrología medieval que tuvo su apogeo entre los siglos XII y XVII de nuestra era. En medio de esta última es que se marcó la aceptación académica y social de la astrología en Europa, lo que influyó profundamente en la política, la vida cotidiana y también en la medicina.
En este último punto vamos a detenernos porque resulta interesante entender cómo es que la astrología alcanzó niveles inimaginables y estaba tan presente en la vida de las personas, que fue integrada dentro de otras disciplinas.
¿En qué se basa la astrología médica?
La astrología médica, que alcanzó gran popularidad en la Edad Media, se basa en la premisa de que los cuerpos celestes influyen directamente en la salud humana. Este enfoque holístico considera que el cosmos y la tierra están interconectados, y que las posiciones y movimientos de los planetas y estrellas pueden afectar las condiciones físicas y mentales de las personas.
De manera teórica, la astrología médica se fundamenta en la asignación de diferentes partes del cuerpo humano a los doce signos zodiacales:
- Aries: cabeza y rostro.
- Tauro: cuello, garganta, tiroides y oídos.
- Géminis: hombros, brazos, manos y sistema respiratorio.
- Cáncer: pecho, senos y estómago.
- Leo: corazón, espalda y columna vertebral.
- Virgo: sistema digestivo, intestinos y bazo.
- Libra: riñones, piel, glándulas suprarrenales y área lumbar.
- Escorpio: órganos reproductores, vejiga y colon.
- Sagitario: caderas, muslos y sistema hepático.
- Capricornio: rodillas, huesos y articulaciones.
- Acuario: tobillos y sistema circulatorio.
- Piscis: pies, sistema linfático y glándula pineal.
Además, los planetas, en su rol de “significadores”, ejercen influencias particulares que pueden ser benéficas o maléficas:
- Sol: Problemas cardíacos y de visión.
- Luna: Enfermedades relacionadas con líquidos corporales, trastornos emocionales.
- Mercurio: Trastornos del sistema nervioso y respiratorio.
- Venus: Enfermedades de la piel, problemas reproductivos.
- Marte: Fiebre, inflamaciones, accidentes.
- Júpiter: Enfermedades del hígado y excesos debido a la indulgencia.
- Saturno: Afecciones crónicas, enfermedades de los huesos y el frío.
Cómo se obtenían los diagnósticos
Para poder obtener un diagnóstico, en la práctica, un médico astrólogo comenzaría con la elaboración de una carta natal del paciente, identificando las posiciones planetarias en el momento del nacimiento. Esta carta ayudaría a determinar las vulnerabilidades a ciertas enfermedades y las fases de la vida en las que la salud del paciente podría estar en mayor riesgo. El diagnóstico también podía incluir la observación de las configuraciones celestes actuales, especialmente si el paciente ya estaba enfermo, para entender mejor las fuerzas cósmicas que estaban en juego.
Tratamientos
La elección de tratamientos se basaba en contrarrestar las influencias negativas de los planetas o en potenciar las positivas. Por ejemplo, si alguien con una fuerte influencia de Marte estaba experimentando fiebre (Marte simboliza el calor y la inflamación), se podrían emplear tratamientos refrescantes y calmantes para contrarrestar esta influencia. Las hierbas y los compuestos médicos se seleccionaban según sus propiedades, las mismas que estaban alineadas con las cualidades astrológicas de los planetas o signos involucrados.
Aquí hay unos ejemplos de las hierbas que se utilizaban para los tratamientos con la astrología médica según los planetas:
- Sol: Caléndula y girasol, que refuerzan la vitalidad y la salud del corazón.
- Luna: Lirio de agua y pepino, que ayudan en trastornos emocionales y balance de líquidos.
- Mercurio: Lavanda y valeriana, útiles para el sistema nervioso y la comunicación.
- Venus: Rosa y vainilla, asociadas con la salud reproductiva y la belleza.
- Marte: Ajo y cayena, por sus propiedades estimulantes y su capacidad para tratar inflamaciones.
- Júpiter: Diente de león y salvia, para el hígado y la expansión.
- Saturno: Comfrey y consuelda, conocidas por su efecto en huesos y afecciones crónicas.
Y también otros ejemplos según los signos zodiacales:
- Aries: Ajenjo y pimienta, energizantes y estimulantes.
- Tauro: Romero y trébol rojo, nutritivos y estabilizadores.
- Géminis: Lavanda y menta, para la agilidad mental y el sistema respiratorio.
- Cáncer: Hinojo y consuelda, suaves y nutritivas.
- Leo: Caléndula y laurel, para el corazón y la vitalidad.
- Virgo: Milenrama y diente de león, purificantes y digestivos.
- Libra: Rosas y menta, equilibradoras y armonizadoras.
- Escorpio: Cilantro y albahaca, profundas y transformadoras.
- Sagitario: Salvia y diente de león, expansivas y protectoras.
- Capricornio: Consuelda y valeriana, estructurales y calmantes.
- Acuario: Romero y cola de caballo, innovadoras y circulatorias.
- Piscis: Manzanilla y lirio, calmantes y empáticas.
A pesar de su popularidad, la astrología médica enfrentó críticas y escepticismo, sobre todo con la llegada del Renacimiento que, a su vez, trajo consigo el desarrollo del método científico. Sus detractores argumentaban que la astrología médica carecía de una base empírica sólida, pues la astrología poco a poco empezaba a deslindarse de la astronomía y empezaba el camino a ser como la conocemos hoy en día.
En la actualidad, aunque la astrología médica no continúa siendo parte de la medicina convencional, continúa teniendo seguidores que buscan en ella un enfoque más holístico y personalizado para el bienestar. La historia de la astrología médica, con su rica integración de la cosmología, la salud y la filosofía humana, sigue siendo un testimonio de la búsqueda humana por entender la complejidad de la vida a través de las estrellas.